Cuando llegas a un sitio nuevo, necesitas referencias. Parece algo obvio, ¿no? Hasta lo más básico parece difícil cuando no tienes claras las claves para hacerlo. Para esos apoyos en la cotidianidad, para servir de brújula en la sociedad de acogida, para practicar el español e intercambiar historias vitales, y para muchas, muchísimas cosas más, creamos en Maletas de Cartón la figura del mentor o la mentora: una persona española o residente de larga duración en España que te acompaña en el día a día. Que se preocupa por tus preocupaciones y que se alegra con tus alegrías.
Por supuesto, el emparejamiento entre persona mentora y persona acompañada no es tarea sencilla. Tiene que haber esfuerzos por ambas partes para que la interculturalidad las una a mitad de camino. Deben buscar crecer juntas y generar una relación de horizontalidad para avanzar de la mano.
Hay muchas posibilidades de voluntariado con Maletas de Cartón, para personas con distintas personalidades y disponibilidades horarias. Entre ellas, el voluntariado de mentoría probablemente sea de los más exigentes, por la cantidad de horas que puede y debe implicar. Pero a su vez, no dudamos que sea de los voluntariados más gratificantes, porque te empuja a abrir la mente y el corazón a otra persona que pone su confianza en ti, para seguir dando pasos en este nuevo hogar colectivo.

La historia de María y Hala
Ella es María. Si le hubieras preguntado hace un año sobre su conocimiento de la cultura Aramea, o sobre la situación de las familias sirias en Madrid, probablemente te hubiera planteado más preguntas que respuestas. Pero hace 6 meses inició su andadura en Maletas de Cartón como mentora de Hala, refugiada siria que desarrolla el proyecto Aramea.
A día de hoy, son uno de los tándems más potentes no solo de la asociación, ¡sino de toda España!
Y es que María, fiscalista de profesión, parecía ideal para ser mentora, por su personalidad y por su concepción de lo que significa el voluntariado en Maletas de Cartón:
“Es la máxima representación de la solidaridad entre nosotros, querer y servir de apoyo ante posibles dificultades y compartir experiencias y vivencias que permitan el mejor desarrollo de las personas.
Es entender las situaciones del otro, ponernos en su lugar, y ofrecer nuestro amor y nuestro tiempo para generar un entorno de seguridad y tranquilidad”.

Hala, con el apoyo diario de María, se está dando poco a poco a conocer como diseñadora de pulseras, collares…y recientemente también pendientes, inspirados en la cultura Aramea. Hala aporta el esfuerzo de confección de productos, así como la tramitación y entrega de pedidos, María la visión más estratégica y los valiosos consejos sobre los gustos de las consumidoras españolas.
“Aportar ideas en el emprendimiento y en el fomento y la potenciación de sus capacidades”, según palabras de María.


Pero esta relación va más allá de la venta de joyas. Una mentoría siempre va mucho más allá. Además de la relación personal que están construyendo, están dando importantes pasos, junto con Maletas de Cartón, para el desarrollo de una red de apoyo a otras familias sirias que viven en Madrid. Un espacio seguro para mujeres sirias, cabeza de familia, para compartir los retos a los que se enfrentan y que sirva de acicate para que realicen sus propios proyectos de empoderamiento vital.
Así que si un día de estos te encuentras a María por la calle pregúntale por la cultura Aramea, o por la familias sirias en Madrid, te contará todos los detalles con una sonrisa en la boca.
