Genocidio en Ruanda

Es muy humano evitar recordar las cosas que nos pueden hacer daño, pero algunas veces es bueno hacerlo para evitar repetir situaciones, hechos que causaron mucho dolor. En Ruanda en 1994 durante 100 días se dieron una ola de asesinatos que acabó con casi el 11% de la población. Miembros de la etnia tutsi fueron víctimas de asesinatos y otras formas de violencia de forma planificada, sistemática y metódica, a manos de sectores radicales de la etnia hutu.
Ruanda es un país ubicado al oriente del continente africano y ahí se presentó un conflicto étnico entre los hutus y tutsis, conflicto que tenía décadas de existir y que tuvo su momento más álgido y triste en el periodo de abril a julio de 1994 donde el asesinato del presidente Juvenal Habyarimana desató uno de los peores genocidios de la historia de la humanidad.
Como uno de los resultados de esta dramática situación es que las mujeres significaron el 80% de la población sobreviviente y esto las colocó en un escenario de asumir el liderazgo del país. Las acciones y aportes de varias organizaciones civiles, reformas legislativas y políticas específicas favorecieron a las mujeres en el goce de sus derechos que nunca antes tuvieron, como el derecho a heredar, el acceso a la propiedad, el abrir cuentas bancarias, así como, se dio una política pública específica a promover la educación de las niñas en las escuelas. Desde 2003 se ha empezado a ver el resultado de estas acciones donde, por ejemplo, las mujeres han tenido mayor representación parlamentaria del mundo de manera proporcional a su población, en 2019 el 61% en la cámara baja es ocupada por mujeres, además, en ese mismo año cuatro de los siete magistrados del tribunal supremo eran mujeres, incluida la vicepresidenta, igualmente ocuparon puestos gubernamentales. Si bien es cierto todo esto ha sido un gran avance para las mujeres ruandesas que se han empoderado cada vez más ocupando espacios en diversos temas ellas son conscientes que aún hay mucho trabajo por hacer para cambiar la posición y mirada machista que aún se da en la sociedad.
Desde los atroces hechos ocurridos en el genocidio de Ruanda este país ha trabajado con el apoyo de la comunidad internacional en lograr justicia y reconciliación buscando una convivencia de manera más unida y en paz.
Ruanda ha vivido y sigue haciéndolo para lograr reconciliarse como sociedad: “El proceso de reconciliación en Rwanda se centra en la reconstrucción de la identidad rwandesa, así como en equilibrar la justicia, la verdad y la situación futura de paz y seguridad. El Gobierno de Rwanda ha adoptado diferentes medidas para lograr el objetivo de que perpetradores y víctimas coexistan en paz. Por ejemplo, la Constitución establece ahora que todos los rwandeses tienen igualdad de derechos. Y todas las leyes aprobadas combaten la discriminación y la ideología genocida que los dividía.” Párrafo del Programa de Divulgación de la Naciones Unidas sobre el Genocidio de 1994 contra los Tutsis en Rwanda.
Como menciono en el párrafo anterior, Ruanda es un país que sigue buscando construir ese punto de encuentro y perdón entre sus habitantes: “La reconciliación no significa que vaya a invitar a mi casa al asesino de mis padres, sino que acepto que vivimos juntos en la misma sociedad, bajo las mismas leyes, y que contribuyen al desarrollo del país, igual que yo, y nos respetamos. Es olvidar la venganza, cortar el ciclo de la violencia. No es lo mismo reconciliación y perdón. Lo que no podemos es olvidar, sobre todo, los mecanismos que condujeron a aquello, una pequeña élite, combinada con la ignorancia, con la pobreza…”, defiende Rukesha, cuya voz es la protagonista del documental The Faces We Lost. Este film retrata de manera clara como la sociedad va buscando sus formas de recordar para no repetir, recordar por ejemplo con las pocas o casi únicas fotografías que les ha quedado después de hechos tan terribles que sucedieron en esta época.
Mensaje del Secretario General de las Naciones Unidas
“En este día rendimos homenaje a todas las personas asesinadas, reflexionamos sobre el sufrimiento padecido y reconocemos la resiliencia de quienes sobrevivieron.”
Día Internacional de Reflexión sobre el Genocidio de 1994 contra los Tutsis en Rwanda, 28 aniversario.